En un reciente artículo publicado en La Razón, la periodista Laura Mesonero pone en valor el rico patrimonio lingüístico de La Mancha. Bajo la premisa de que el habla manchega no es solo una forma de comunicación, sino un reflejo de la identidad regional forjada en la tierra y la historia, Mesonero rescata algunas de las expresiones más genuinas de esta tierra, destacando su originalidad y autenticidad.
Una de las palabras que se subraya en el artículo es “estomagante”, una expresión típica manchega que, según describe la autora, se utiliza para referirse a algo o alguien que resulta pesado, desagradable o insoportable. Un ejemplo común de su uso sería: “Cuánto estomagante no será el Frasquito, a to’ el que pilla”, reflejando con humor y claridad una sensación compartida entre los manchegos.
El medio local Socuéllamos Al Día se hace eco de esta recopilación y destaca la importancia de preservar y difundir estas expresiones que forman parte del patrimonio inmaterial de la región. La labor de Mesonero en La Razón refuerza la idea de que el habla manchega sigue viva y es un símbolo de arraigo cultural que merece ser celebrado y cuidado.
- «Estomagante»: destaca por su originalidad y porque, habitualmente, nadie fuera de sus fronteras la conoce. «Estomagante» se usa para describir algo o alguien que resulta pesado, desagradable o insoportable. Por ejemplo, «Cuánto estomagante no será el Frasquito, a to’ el que pilla le jode el día».
- «Achicharrao»: en las calurosas tierras manchegas, es común escuchar esta palabra para describir a alguien que está sufriendo bajo el sol abrasador. Si estás “achicharrao”, es porque el calor te está venciendo.
- «Apechusque»: reflejo del carácter práctico y resuelto de la región, un «apechusque» es ese mareo o desmayo que te da de repente.
- «Miaja»: pequeña cantidad de algo, una palabra que los manchegos usan con frecuencia en su día a día, ya sea para referirse a comida, bebida o cualquier otra cosa. «Dame una miaja de queso», por ejemplo.
- «Doblar la servilleta»: esta expresión, tan ingeniosa como directa, es un eufemismo manchego para referirse a la muerte. Una forma de quitarle gravedad a un hecho inevitable.