Se cierra un año complicado y de muchos cambios para la entidad azulona que se ha saldado con la participación en los Playoffs de ascenso a Segunda Federación.
Cuando se termina una temporada, toca hacer balance, y la de la UD Socuéllamos es sobresaliente, pero ¿Por qué?
Cuando se inició la temporada (no en agosto, si no en mayo ya que el contexto del club era de transición tras la salida de Jordi López de la presidencia después de completar el periodo más exitoso e importante de su historia) el club presentaba serias dudas, sin nadie al timón y la dificultad de que hubiera alguien que cogiera el relevo.
Ahí surgió un grupo de personas que lucharon por la supervivencia del club, un grupo que en un primer momento se definió como de “trabajo”. Tocaba valorar todos los pro y los contra de coger el relevo de este club, referencia de gestión deportiva y económica de nuestra región. Y tras muchas reuniones, Sebastián Espinosa fue elegido presidente de la UD Socuéllamos. Ahora era el momento de elegir a quien pilotara la nave deportiva y la apuesta fue arriesgada pero atractiva. El elegido era Jacinto Trillo, eterno capitán pero era un entrenador novel, siendo su primera experiencia en los banquillos. La confección de la plantilla suponía también un reto: desde cero y con un presupuesto limitado, era momento de hacer un equipo competitivo y de garantías que afrontara la temporada y que pudiera estar lo más arriba posible.
También había otro factor importante para tener en cuenta: este año se cumplía el Centenario de la fundación del club, por lo que se tenía que emplear a fondo para llevar a cabo los actos correspondientes para la celebración del club decano de Castilla La Mancha logrando como culmen una audiencia con el Papa Francisco.
En lo que se refiere a nivel deportivo, el equipo ha respondido de manera brillante, siempre estando arriba en la clasificación. Equipo sólido y fuerte, siendo la imagen en el campo de lo que es su entrenador: muy fuerte defensivamente, con muy pocos goles encajados y muy solvente arriba. Si es verdad que ha habido algún altibajo pero se ha demostrado una regularidad y un empaque que le ha permitido cerrar una campaña brillante con la clasificación a los playoffs de ascenso. Un logro que pese a que estos últimos años nos tenían acostumbrados, para esta entidad centenaria era más bien ocasional. Por ello es bueno recordar que como dijo su entrenador en una rueda de prensa; el Socuéllamos es un club grande pero a su vez humilde.
Siendo humilde pero grande este club ha logrado devolver la ilusión a la afición. Lo vimos en la ida del partido de play off ante el CD Toledo en el Paquito Giménez, con un estadio lleno y con ganas de animar, con ganas de Unión, porque así es esta familia, una UNIÓN que va mas allá de lo deportivo.
Y por ello es sobresaliente esta temporada; se han sentado las bases de un club que la sensación que nos deja es que lo mejor está por llegar.