La sede de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Socuéllamos, ubicada en la calle Pedro Bustos, 3, vuelve a sumarse este año a la Ruta de los Belenes, con un montaje que ya se ha convertido en tradición y que invita a vecinos y visitantes a acercarse y disfrutar del espíritu navideño.

En su segundo año consecutivo, el belén instalado en la ventana de la sede de la AECC es una obra especial, no solo por su valor decorativo, sino también por la historia y cariño que contiene. La idea surgió de manera espontánea en una de las reuniones de la asociación, cuando Blas, un colaborador habitual, ofreció el belén que había montado en su casa durante años. “¿Quién tiene un belén?”, recuerda Blas que se preguntó en aquella reunión, y él mismo respondió: “Pues yo lo tengo en casa, lo podemos poner aquí”.

Un belén artesanal y lleno de historia

Las figuras del belén, elaboradas en escayola, tienen más de 15 años de antigüedad. Según cuenta Blas, fueron adquiridas por partes: primero el misterio y los Reyes Magos, luego detalles como el pozo, los pastores y las ovejas. Él y su mujer se encargaron personalmente de pintar y decorar cada figura, lo que da un valor artesanal único a este montaje. “Las compramos, las pintamos juntos y aquí están, ya están en la pubertad, como digo yo, porque tienen sus 15 años”, bromea Blas.

El año pasado, el belén se colocó sobre mesas altas, lo que dificultaba su visibilidad desde el exterior. Este año, la disposición ha cambiado: se ha montado sobre cajas de fruta con un tablero, situándolo al nivel de la ventana. Gracias a esta idea, cualquier persona que pase por la sede de la AECC puede detenerse a observar el belén desde fuera, un gesto que fomenta la participación ciudadana en estas fechas tan especiales.

Una tradición que no debe faltar en Navidad

Blas destaca la importancia de mantener la tradición del belén, un símbolo que nunca debería faltar en los hogares. “El misterio siempre tiene que estar en casa”, comenta, aunque ahora, con la presencia del belén en la sede de la AECC, en su hogar solo queda uno más pequeño y resistente para que los nietos puedan jugar sin miedo a romperlo.

De cara al futuro, Blas se muestra dispuesto a seguir compartiendo su belén: “Si el año que viene requieren otra vez mis figuras, no tengo ningún problema. Si no, las pondré en casa en la ventana”. Además, abre la puerta a cualquier persona que desee ofrecer su propio belén para la asociación, demostrando la generosidad y espíritu colaborativo que caracteriza estas fechas.

Visita y apoyo solidario

Este belén en ventana no es solo una muestra de la tradición navideña, sino también un recordatorio del trabajo y apoyo constante que realiza la AECC en Socuéllamos. La sede está abierta para quienes deseen acercarse a contemplar el belén, compartir un momento de recogimiento y, de paso, brindar su apoyo a una causa tan necesaria.

En definitiva, el Belén es un símbolo de unión, solidaridad y tradición que, gracias a personas como Blas, mantiene vivo el espíritu de la Navidad en Socuéllamos.

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