Seguimos con el recorrido de las Cruces de nuestra localidad. En este caso, tenemos la oportunidad de visitar una muy especial: La Cruz de la Residencia de Mayores de Nuestra Señora del Carmen.
En la puerta ya podemos una de las cruces que adornan la entrada, sencilla pero impactante. Trabajo de muchas semanas para realizar las flores con servilletas y posteriormente lograr la imagen tras ensamblarlas una a una.
Somos recibidos por María Teresa Muñoz, supervisora de la Residencia y una de las personas que trabaja incansablemente para mantener cada año esta tradición. Junto a ella, tenemos delante a un grupo de mujeres que nos atiende amablemente. Son las 12.30 de la mañana y están degustando un tentempié. Al fondo se puede ver la Cruz, montada por muchos residentes y trabajadoras y trabajadores del centro. Además de la Cruz, destaca la imagen de Nuestra Señora del Carmen, imagen venerada en la Residencia.
Han trabajado durante varias semanas en la decoración de las dos cruces: la situada en la entrada, realizada con servilletas como hemos descrito antes y la que hay situada en el interior. Nos cuentan que hasta el momento no habían rezado por las tardes a la Cruz como años atrás hacían, afortunadamente, días más tarde vimos que habían retomado esta costumbre.
Tras una charla distendida con ellas, tres mujeres acceden a darnos su testimonio y contarnos lo que significa esta tradición y festividad para ellas. Son Antonia Haro, Lorenza Moreno y María Bonilla, esta última con una gran experiencia vistiendo Cruces en nuestro pueblo.
Desde SocuéllamosAlDía, queremos agradecer a la Residencia de Nuestra Señora del Carmen, su predisposición y el trato que hemos recibido, especialmente a María Teresa Muñoz.
Abajo podemos disfrutar de estos testimonios que tienen un enorme valor por la experiencia y la potencia que posee estos testimonios, fundamentales para poder conservar esta bonita tradición.