En esta ocasión, entrevistamos a un rostro habitual tras los micrófonos y las cámaras de Socuéllamos: Pope Aijón, Director de Contenidos de Radio Televisión Socuéllamos. Durante casi dos décadas, Pope ha formado parte de la vida mediática local, dejando una huella imborrable en la memoria de cada socuellamino.. En esta conversación, desgranamos su trayectoria, recuerdos y reflexiones sobre su labor en el pueblo que le ha acogido.
Un aterrizaje inesperado en Socuéllamos
“Llegué a Socuéllamos el 4 de febrero de 2007, con apenas 23 años”, recuerda Pope. Por aquel entonces, recién licenciado en Comunicación Audiovisual, estaba en un momento de incertidumbre. “Vi una oferta de trabajo y le dije a mi madre que enviaba el currículum. Cuatro días después ya estaba aquí”. Su llegada estuvo llena de sorpresas: “Venía de Salamanca, donde los pueblos son pequeños, y me encontré con un Socuéllamos de 12.000 habitantes, con una actividad que me sigue sorprendiendo hoy”.
En 2007, Pope aterrizó en un Socuéllamos en plena transformación. “Había obras en el Auditorio y el Museo, y las fiestas estaban cambiando. Era un momento de evolución hacia el futuro”. Aunque echaba de menos la bulliciosa vida de Salamanca, pronto se adaptó al dinamismo local: “Siempre hay algo que contar o hacer. No nos aburrimos ni un solo día”.
De los 50 espectadores al furor deportivo
Pope también ha sido testigo del ascenso deportivo en Socuéllamos. “Recuerdo los primeros meses en el Paquito Jiménez con apenas 50 espectadores. Veíamos al equipo peleando en los puestos bajos de Tercera”. Con el tiempo, todo cambió: “El nombre de Jordi López es clave. Su llegada desató un furor que también ha influido en otros deportes como el Kiele o el baloncesto”.
Entre los recuerdos destaca un viaje a Almansa: “Perdimos 5-0 y volvimos a casa calentitos. Sin embargo, ese tipo de vivencias fortalecen”. Hoy, observa cómo el deporte ha contribuido a tejer una identidad común en Socuéllamos, conectando a la gente más allá del fútbol.
La adaptación a diferentes gobiernos
En sus 18 años de trayectoria, Pope ha trabajado con cuatro administraciones diferentes. Aunque evita la polémica, asegura que el respeto ha sido constante: “Nunca me ha llegado un papel diciendo lo que debo decir. Eso sí, como en cualquier trabajo, hay que saber cómo manejarse”.
Recuerdos de compañerismo
Entre los nombres que han marcado su camino está Paco «Bulele», quien le recibió al llegar. “Viví dos meses en su casa. Fue quien me buscó en la estación de trenes y me abrió las puertas”. Otro nombre fundamental es Javi Reales: “Ambos formaron parte de esos tiempos de mucha imaginación y esfuerzo. Echas de menos lo bueno y dejas atrás lo malo”.
La responsabilidad de informar
Consciente de su papel, Pope reflexiona sobre la importancia de los medios locales: “Tenemos la responsabilidad de informar, educar y entretener. En tiempos de desinformación, nuestro trabajo cobra más relevancia”. También destaca el impacto emocional de su labor: “Sabemos que hay personas mayores que no pueden asistir a eventos como las procesiones o carnavales. Saber que les llegamos nos llena de orgullo”.
Un cronista del pueblo
Cuando se le pregunta si se siente socuellamino, Pope no duda: “El buey no es de donde nace, es de donde pace. Llevo 18 años aquí y ya digo que soy de Socuéllamos”. Sobre el futuro, prefiere no hacer planes: “Espero seguir aquí, pero la vida es incierta. Lo importante es ir donde te quieran y puedas hacer una vida”.
Un mensaje de gratitud
Pope cierra la entrevista agradeciendo a sus compañeros y a todo Socuéllamos: “El trabajo en equipo enriquece y permite contar las historias desde diferentes perspectivas.
Gracias por este rato para compartir mi historia”. Con casi dos décadas de dedicación, Pope Aijón se ha consolidado como un cronista esencial para Socuéllamos y su gente.
Puedes escuchar la entrevista completa en este enlace: