Que tus pies y manos sean todas mías
que me lleven donde solo no pueda ir
que me ayuden lo que queda de vivir
para que estemos juntos todos los días.
Que tus ojos vean lo que yo no pueda
que tus oídos escuchen mis palabras
que con dulce voz todas las puertas me abras
y tu anhelo sea mío lo que queda.
Que mi vida fue feliz junto a la tuya
jamás sentí envidia de la de los otros
yo no necesité tesoros ni potros
no habrá nunca nada que la sustituya.
Que no sientas pena porque ya no esté
recuerda solo los momentos felices
también a nuestras verdades sin ardices
no olvides, fue feliz hasta que se fue.