La Celadilla, es un popular paraje del término de El Pedernoso, situado a unos tres kilómetros del pueblo por la carretera que lleva a Las Mesas. La laguna tiene, teóricamente, una superficie de unas ocho hectáreas y aunque existe desde el comienzo de los tiempos, empezó a cobrar fama a mediados del siglo XIX, porque la abundancia de salitre en sus aguas, unido a la rica vegetación subacuática producía unos lodos que fueron reconocidos como saludables y recomendables en el tratamiento de enfermedades de la piel y dolores musculares o reumáticos, con el resultado, obvio, de que pronto empezó a atraer a las gentes de toda la comarca que encontraron en este lugar un excelente reclamo para el ocio, justo cuando comenzaba a desarrollarse en el país la afición por el turismo, los viajes, salir al campo a merendar y cosas parecidas, que convirtieron a La Celadilla en un destacado factor de recreo y convivencia de amplísimo sentido popular. E incluso tuvo relevancia cinematográfica, ya que se grabó varias escenas del «Crimen de Cuenca» de la cineasta Pilar Miró en 1980.

Sobre todo y en las décadas de los 70’s, 80’s y 90’s, muchos socuellaminos disfrutan en verano de estos baños medicinales en compañía de familias y amigos, siendo un paraje idílico para refrescarte de los calores estivales de La Mancha.

Como suele ocurrir, también empezaron a llegar más cosas, por ejemplo, viviendas unifamiliares que se construyeron en las riberas e incluso un camping, con capacidad para 140 parcelas. Esa situación que producía enormes aglomeraciones de gentes en sus orillas, cambió de forma drástica cuando llegó el inesperado descenso del nivel de las aguas, consecuencia directa del abuso del riego y la sobreexplotación del acuífero 23. Sin agua procedente de sus aportes naturales, La Celadilla se fue secando hasta quedar sólo una mínima lámina de agua superficial a comienzos del siglo XXI. Ya no era posible el baño, las gentes dejaron de ir al paraje, el camping se arruinó.

La Confederación Hidrográfica del Guadiana elaboraron un procedimiento para intentar la impermeabilización del fondo de la laguna, mediante la instalación de una geomembrana para recubrir y proteger el vaso lagunar, que de esta manera quedaría recubierto y protegido para evitar filtraciones. A continuación comenzó el proceso de rehabilitación integral del espacio circundante, mediante una iniciativa del programa Proder que aspiraba a poder recuperar el interés turístico de la zona. Las primeras impresiones fueron optimistas y las gentes de la comarca se las prometían muy felices. Volvió a prepararse una zona de playa, se hicieron plantaciones de chopos para proteger las riberas, el camping fue rehabilitado. El resultado del esfuerzo y la inversión está a la vista, o sea, nada. Probablemente, a estas alturas ya no queda ni la esperanza de que la situación se pueda revertir y volver a los felices tiempos pasados de un tiempo donde muchos socuellaminos disfrutamos de este paraje.

Estado actual de la laguna
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