Un reconocido científico de Harvard reactiva el debate sobre vida inteligente más allá de la Tierra con nuevas declaraciones sobre el tercer objeto interestelar detectado en nuestro sistema solar.
Abraham «Avi» Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard y conocido por su postura abierta a la posibilidad de civilizaciones extraterrestres avanzadas, ha vuelto a generar polémica en la comunidad científica. Esta vez, el foco de atención es 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar que atraviesa nuestro sistema solar.
Loeb, quien ganó notoriedad mundial tras sugerir que el objeto interestelar Oumuamua podría ser una sonda de origen alienígena, plantea ahora una hipótesis similar con respecto a 3I/ATLAS. Según sus declaraciones, este nuevo visitante espacial presenta varias anomalías que merecen ser estudiadas bajo una perspectiva menos conservadora.
¿Qué hace a 3I/ATLAS tan peculiar?
El científico destaca tres características clave del objeto que podrían sugerir un origen artificial o, al menos, inusual:
Órbita retrógrada: A diferencia de la mayoría de los cuerpos del sistema solar que orbitan en dirección directa a lo largo de la eclíptica, 3I/ATLAS lo hace en sentido contrario, lo que sugiere un comportamiento anómalo.
Dimensiones colosales: Se estima que el objeto mide aproximadamente 20 kilómetros de diámetro, mucho mayor que los objetos interestelares detectados anteriormente.
Ausencia de cola cometaria: A pesar de su tamaño y proximidad al Sol, 3I/ATLAS no presenta signos de sublimación, algo común en cometas, lo que desconcierta a los astrónomos.
¿Una trayectoria planificada?
Más allá de sus características físicas, Loeb también señala que la trayectoria del objeto parece haber favorecido acercamientos cercanos a planetas como Júpiter, Marte y Venus, lo que ha llevado a algunos expertos a especular si esta ruta podría haber sido diseñada con fines de observación.
Aunque muchos en la comunidad científica siguen considerando estas ideas como altamente especulativas, Loeb insiste en que la ciencia debe mantener la mente abierta ante lo desconocido. Para él, este tipo de fenómenos debería ser investigado con el mismo rigor que cualquier otro, sin descartar hipótesis simplemente por su carácter extraordinario.
“No digo que sea una nave alienígena, pero debemos permitirnos contemplar todas las posibilidades”, afirmó Loeb en declaraciones recientes.
Un nuevo capítulo en la búsqueda de vida inteligente
Con 3I/ATLAS sumándose a Oumuamua y Borisov como los únicos objetos interestelares conocidos hasta ahora, Loeb vuelve a desafiar el pensamiento tradicional e invita a la comunidad científica a considerar que podríamos no estar solos.
La historia continúa, y el misterio de 3I/ATLAS apenas comienza a ser explorado.











