El Gobierno de España ha aprobado una norma que prohíbe los aromas en el tabaco calentado y obliga a que lleve las mismas advertencias sanitarias que el tabaco convencional.

Además, obliga a que en el etiquetado figuren las advertencias de que es perjudicial para la salud.

La nueva normativa, que solo afecta al tabaco calentado y no a todos los dispositivos de vapeo, en cuya regulación está trabajando el Ministerio de Sanidad, entrará en vigor tres meses después de su publicación en el BOE.