Pocas veces se encuentran en un mismo escenario dos talentos tan singulares que, además, comparten su vida dentro y fuera de él. Ángela Cano y José Manuel Padilla son mucho más que una pareja de artistas: son el vivo reflejo del esfuerzo, la pasión y el sacrificio que requiere una vida dedicada a la música. Juntos han recorrido un camino que los ha llevado a convertirse en referentes en la escena musical, y su capacidad para complementarse y crecer mutuamente es admirable.
Ángela, con su técnica vocal impecable y su trayectoria profesional, demuestra una dedicación y perfección en cada nota, mientras que José Manuel, con su dualidad como cantante y músico, aporta una versatilidad y entrega únicas. Lo que más destaca de ambos es su capacidad para enfrentar desafíos con disciplina, sin dejar de lado el amor por lo que hacen, lo cual se refleja en cada actuación y proyecto que emprenden.
Juntos han conquistado escenarios nacionales e internacionales, pero más allá de sus logros artísticos, lo que verdaderamente los define es su humildad y el profundo respeto por su oficio. Para ellos, la música no es solo un trabajo, sino una vocación que los sigue impulsando a mejorar y a ofrecer lo mejor de sí mismos al público. Una pareja de esfuerzo, pasión y talento, que ha sabido encontrar en la música el verdadero sentido de su vida compartida.
Socuéllamos al día (SAD): Buenas tardes, estamos con una de las parejas con más talento de Socuéllamos, podríamos decirlo así, con Ángela Cano y José Manuel Padilla. Buenas tardes.
Ángela Cano (AC) y José Manuel Padilla (JP): Buenas tardes.
SAD: Bueno, en primer lugar, ¿cómo os viene esta afición por la música? ¿Desde cuándo? ¿Desde pequeños?
Ángela Cano: Pues desde pequeños, desde que empezamos en la escuela de música con siete años, y luego ya seguimos por muchos caminos.
José Manuel Padilla: Sí, la verdad es que yo empecé igual. Recuerdo que empecé con ocho años en la antigua escuela de música y desde entonces se fue convirtiendo en una afición, luego en algo más serio, hasta intentar hacerlo de manera profesional. Y bueno, hasta la fecha.
SAD: Sois pareja y estáis casados. ¿Cómo es vuestro día a día? ¿Cantáis juntos, por separado, alternáis?
AC: Pues hay de todo. La verdad es que nuestro día a día es como el de todo el mundo, pero siempre le metemos mucha música. Hay momentos en que cantamos juntos, ya sea ensayando o realizando cualquier otra actividad, y otros días que podemos estar semanas separados, cada uno en un proyecto o incluso en una ciudad distinta.
JMP: Sí, exactamente. Nuestro día a día es como el de cualquier pareja, pero cuando hablamos de música, hay veces que cantamos juntos y otras no. A veces, por mi parte, soy un mal alumno y no sigo mucho los consejos que Ángela me da (risas). Pero lo importante es que hacemos muchas cosas juntos. De hecho, mañana nos vamos a Madrid para participar en la Traviata, en la Gran Vía, donde estaremos hasta el lunes.
SAD: ¿Hay algún momento de tensión cuando ensayáis juntos? ¿Se corrigen mutuamente, se hacen críticas constructivas?
AC: Bueno, eso más que nada sucede en casa, cuando ensayamos. Ahí es donde nos organizamos y corregimos, pero en los ensayos formales no hay tensión porque muchas veces estamos separados en escena.
JMP: En casa, sobre todo cuando ensayamos para galas como las líricas de la cofradía de la Preciosísima Sangre de Cristo, hacemos duetos y nos pasamos mucho tiempo corrigiéndonos y ensayando, a veces discutiendo porque no recordamos algo. Pero en el escenario siempre fluye todo bien.
SAD: ¿Quién de los dos es más perfeccionista?
AC: Yo creo que ambos. Somos muy perfeccionistas, sobre todo con nuestro trabajo.
JMP: Sí, somos perfeccionistas en todo, especialmente a la hora de cantar. Cuando estamos ensayando y algo no sale como lo planeamos, nos frustramos un poco, pero es por el mismo deseo de que todo salga perfecto.
SAD: Hablemos del futuro. Me habéis comentado que vais a Madrid mañana, pero ¿qué otros proyectos tenéis en puerta?
AC: A corto plazo, tenemos «La Traviata» en la Gran Vía. Yo, por mi parte, sigo con el coro de RTVE en la «Verbena de la Paloma», donde hago el personaje de Doña Severiana. Y luego, el 26 de octubre en el Teatro Reina Sofía tenemos un concierto al que todo el mundo debería asistir en Socuéllamos. La «Gala Lírica» porque tras estos cuatro años se ha creado algo más que una simple expectativa, es más bien un compromiso. Pero no solo de nuestra parte, sino también por parte del público, que está expectante y con muchas ganas, pidiéndonos cosas concretas. Esto nos está dando mucho gusto, ya que se ha generado un feedback muy positivo, donde sentimos que estamos ofreciendo exactamente lo que el público socuellamino pide.
JMP: También tenemos varios proyectos a largo plazo. Por ejemplo, el 19 de octubre en Tomelloso, haremos un concierto homenaje a Calas. El 26 de octubre, tendremos una actuación muy especial en el Teatro Reina Sofía como bien ha dicho Ángela. Además, el 31 de octubre representaremos la zarzuela «Luisa Fernanda» en Ciudad Real.
Socuéllamos al día (SAD): ¿Dónde habéis cantado que os ha sido más a gusto o más os ha impresionado? ¿Qué escenario os ha impactado más?
Ángela Cano (AC): Bueno, cada vez que cantamos en el Auditorio Nacional es una gran responsabilidad, porque es un auditorio impresionante. Sin embargo, creo que el primer lugar que me impactó fue en El Hada, en Alicante, porque fue la primera vez que canté como solista ante 1.500 personas. Aunque, sinceramente, cada escenario en el que subes tiene su propio respeto y valor. El Teatro Real, el Monumental, cualquier sitio de envergadura te impone, y siempre sientes el respeto del público cuando te subes a un escenario de ese nivel.
Socuéllamos al día (SAD): Habéis cantado también por todo el mundo. ¿Cambia mucho la cultura musical de esos países en comparación con España?
Ángela Cano (AC): Sí, en cada lugar tienen normas culturales diferentes, y eso lo notas en la forma en que reacciona el público en cada concierto.
José Manuel Padilla (JMP): Italia se parece bastante a España en cuanto a la cultura operística y lírica, que la tienen muy arraigada. Por ejemplo, cuando canté en Roma, en una misa en el Vaticano, fue una experiencia muy formal, con un repertorio estipulado al que no te podías salir.
AC: En cambio, cuando fuimos a Corea del Sur, fue totalmente distinto. Es otra cultura en todos los sentidos. Los conciertos allí duraban tres horas y el público se mantenía entusiasmado desde el principio hasta el final, demostrándolo en todo momento. Además, no solo con aplausos como estamos acostumbrados aquí, sino con gestos con las manos y los brazos. Incluso en muchas canciones, se ponían con sus móviles, como si fuera un concierto de pop o rock, lo que añade una energía diferente que realmente ayuda en muchos momentos.
SAD: ¿Tenéis algún lugar o escenario en el que os gustaría actuar y que aún no hayáis tenido la oportunidad?
JMP: El año pasado tuve la oportunidad de que me llamaran para cantar en el Teatro Real, pero ya tenía otro compromiso y no pude. No me importaría cantar allí alguna vez.
AC: A mí me encantaría cantar en la Scala de Milán. He cantado en Milán, pero no en la Scala, y es algo que me gustaría mucho hacer.
SAD: Hablamos de conciertos que duran una hora o más, pero detrás de eso hay muchísimo trabajo. ¿Qué es lo que más sacrificáis en este oficio?
AC: Sacrificamos tiempo, energía y, sobre todo, tiempo con la familia y amigos. Es complicado compaginar, porque puedes estar trabajando toda la semana y cuando tienes libre es justo cuando más tienes que prepararte para los conciertos.
JP: Sí, coincido. Hay sacrificios personales, especialmente cuando tienes que irte de viaje, como ahora, que nos vamos a Madrid y estaremos varios días fuera. Es un trabajo que exige mucho sacrificio, pero cuando lo haces bien, las recompensas son muy satisfactorias.
Socuéllamos al día (SAD): Hablamos del sacrificio y el trabajo que conlleva poder cantar en sitios y ser reconocidos. ¿Realmente se puede vivir de esto?
AC: Lo has dicho muy bien, es otro oficio, pero es un oficio muy desconocido en muchos sentidos. La gente no suele imaginar que el día a día pueda ser cantando, preparando conciertos u organizando eventos musicales, pero sí, existe. De hecho, conocemos a mucha gente que vive exclusivamente de esto.
JP: Yo canto y, aunque puedo llegar al nivel de un profesional, no lo soy de pleno, porque como sabes, mi trabajo principal es ser pintor. Así que cuando termino mi jornada con la brocha, llego a casa, me quito la ropa de pintar, me ducho y me pongo a estudiar para el siguiente día.
Socuéllamos al día (SAD): En ese sentido, ¿hay algo de lo que te arrepientas? Por ejemplo, ¿te hubiera gustado dedicarle más tiempo a algo, como el canto, en lugar de otras cosas como tocar la trompeta? ¿Piensas que eso te hubiera permitido progresar más en el canto?
José Manuel Padilla (JP): Has hecho la pregunta clave. No te voy a engañar, no me arrepiento de nada de lo que he hecho, sobre todo en la música. Como bien has dicho, desde los ocho años estoy en la música, y a los nueve ya empecé a tocar la trompeta en la banda de música, en el grupo de viento Maestro Moragues, tocando por muchos sitios. Hasta que un día, se me encendió la bombilla y decidí dedicarme un poco más al canto. He dejado un poco de lado la trompeta, y me fastidia, pero bueno, a veces me arrepiento de no haber estudiado más. No de haber dejado la trompeta, sino de no haber dedicado más tiempo a cantar y a estudiar para cantar. Pero todo ocurre como tiene que ser.
Y estoy contento porque hace poco dije en otra entrevista que, con 38 años, nunca pensé que iba a compartir escenario con gente que he visto en la televisión, en conciertos o escuchado en la radio. Y ahora estoy aquí, saludando al público, trabajando con directores de escena impresionantes. Es una sensación muy satisfactoria y es parte de los sacrificios que mencionabas antes. Al final, cuando todo pasa, ni te acuerdas de los sacrificios
SAD: Para ir terminando, ¿cómo veis la respuesta del público de Socuéllamos en cuanto a la cultura?
AC: Siempre ha sido muy positiva. A lo largo de los años, hemos visto cómo el público se interesa más por la lírica y la zarzuela. Hay mucha gente que nos dice que no sabía que les podía gustar este tipo de música, pero cuando la descubren, se sorprenden gratamente.
JMP: Exactamente. Además, el auditorio que tenemos en Socuéllamos es excelente, de primer nivel. Cuando actuamos aquí, la gente responde muy bien y eso nos llena de satisfacción.
SAD: Pues nada, agradeceros vuestra entrevista y desearos mucha suerte en vuestros próximos proyectos. Especialmente para el 26 de octubre en el Teatro Reina Sofía, por una buena causa.
AC y JMP: Muchas gracias a ti y a todos. ¡Nos vemos el 26 de octubre!