En la tarde de ayer, los socuellaminos fueron testigos de un impresionante fenómeno natural conocido como candilazo, donde el cielo se tiñó de intensos tonos anaranjados y rojizos. Este fenómeno se produce cuando las nubes medias, ubicadas a unos 2.000 metros de altura, y las nubes altas, entre 5.000 y 6.000 metros, permiten que la luz del sol, al atardecer, las ilumine desde su base, creando un espectacular efecto visual.

A diferencia de las nubes bajas, que son más densas y no permiten el paso de la luz, las nubes presentes ayer en Socuéllamos favorecieron el paso de los rayos solares justo en el momento adecuado, regalando a los vecinos un hermoso paisaje celeste. Este tipo de fenómenos suelen darse al amanecer o al atardecer, cuando la luz del sol atraviesa más atmósfera, dispersando los colores de una manera que enciende el cielo.

Foto Ramona Parra