Lo ocurrido durante el Pleno Ordinario del mes de mayo en el Ayuntamiento de Socuéllamos ha supuesto mucho más que una sesión institucional. Ha sido, para muchos vecinos, un momento histórico, una jornada que quedará grabada en la memoria colectiva del municipio. En un pleno que duró casi cinco horas, la moción contra este tipo de instalaciones llegó en torno a la media noche; la moción fue suficiente para evidenciar lo que ya se había convertido en un sentir generalizado en las calles: Socuéllamos rechaza la implantación de plantas de biometano.
La moción en contra de estas infraestructuras fue aprobada con el apoyo del Partido Socialista, el Partido Popular y la concejal de Vox María José Beteta, mientras que los otros tres concejales de Vox se abstuvieron. Una mayoría política que refleja el amplio consenso ciudadano en torno a este asunto.
Detrás de este logro se encuentra la plataforma ciudadana Stop Plantas de Biometano, que ha conseguido trasladar el debate social al plano institucional. Con una estrategia basada en la movilización pacífica, recogida de firmas, reuniones informativas y presencia constante, el movimiento vecinal ha demostrado que la participación ciudadana puede influir directamente en las decisiones de gobierno local.
Uno de los aspectos más destacables de este proceso ha sido el papel de las personas mayores, que han asumido un rol protagonista en la defensa del futuro del municipio. Muchos de ellos han encabezado actos, tomado la palabra y liderado iniciativas, motivados por la voluntad de dejar un legado digno a sus hijos y nietos.
Este pleno representa un punto de inflexión en la política local. Ha demostrado que, cuando el pueblo se une, se organiza y alza la voz, puede condicionar decisiones trascendentales para su presente y su porvenir. Socuéllamos ha hablado, y lo ha hecho alto y claro.