El fundador de Wine Up Consulting, referente nacional en la divulgación de la cultura del vino, será el encargado de pronunciar el pregón de Manchavino 2025. Reconoce que vive este nombramiento con «sorpresa, ilusión y agradecimiento» y que lo afronta como un reconocimiento a su trayectoria y a sus raíces socuellaminas.
En los días previos a Manchavino 2025, conversamos con Joaquín Parra, que nos recibe con cercanía a pesar de su apretada agenda.
—¿Qué sintió al conocer que sería el pregonero de Manchavino 2025?
—Fue una sorpresa, ilusión y agradecimiento. En el ámbito del pregón de Manchavino no me había movido nunca. A nivel de premios y reconocimientos sí he tenido oportunidades a lo largo de los años, pero es la primera vez que me encuentro en una situación así. Por eso, más allá de la sorpresa, siento un gran agradecimiento.
—¿Qué significado personal y profesional tiene este nombramiento?
—Es un reconocimiento a la labor y a la trayectoria, pero también a mi origen, a ser socuellamino. Que el pregón lo haga en mi pueblo es una emoción doble. La vendimia, para cualquier persona que se dedique al vino, es la fiesta más importante del año, y en mi caso lo es todavía más.
—¿Cómo afronta el reto de dirigirse a un público tan vinculado a la cultura del vino?
—Es un reto personal, pero lo afronto con tranquilidad. El pregón prácticamente lo tengo escrito desde que me comunicaron el nombramiento. Tendrá una parte personal y otra profesional, dirigida a mis paisanos. Más que lo que pueda decir, creo que lo importante es transmitir emoción y agradecimiento a un sector que me lo ha dado todo.
—En varias ocasiones ha subrayado el papel del agricultor. ¿Por qué considera tan importante su reconocimiento?
—Sin el agricultor, los que nos dedicamos al vino no tendríamos trabajo. Siempre lo he defendido. Si el bodeguero no vende, el agricultor se queda con la uva y el que termina perdiendo es él. Aunque no vengo de una familia directamente viticultora, mi abuelo materno sí lo era, y por eso valoro tanto su papel. Los agricultores se levantan cada día para ir al campo, soportan las inclemencias del tiempo y las dificultades del mercado, y muchas veces no reciben el reconocimiento que merecen.
—¿Qué aporta Manchavino al prestigio del vino de La Mancha?
—Es una fiesta más que consolidada, con unos 25 años de historia. La Virgen de Loreto y la pisada del mosto forman parte de nuestra tradición. Es una celebración que une lo religioso, lo agrícola y lo cultural, y que en Socuéllamos vivimos de forma muy especial.
—Lleva décadas vinculado a la cultura del vino. ¿Cómo ha cambiado el sector en los últimos 25 años?
—El cambio ha sido radical. Durante mucho tiempo, en esta zona se vendía más a granel que embotellado, y eso limitó nuestra riqueza. En los últimos años hemos demostrado que se puede embotellar vino de calidad, lo que genera más ingresos y abre nuevos mercados. El reto ahora es venderlo nosotros, en botella y con nuestro propio nombre.
Parra concluye agradeciendo el apoyo recibido y confesando su ilusión por el día del pregón. «Será un momento muy especial. Espero que, más allá de mis palabras, el público perciba la emoción y el cariño con el que me dirijo a mi pueblo y a su gente».










