En cada rincón del deporte, hay personas cuya labor trasciende los focos y los aplausos. Hombres y mujeres que, desde la sombra, dedican su tiempo, esfuerzo y pasión para que todo funcione. Esteban García Arribas es uno de esos anónimos, cuya dedicación constante y silenciosa se ha convertido en un pilar imprescindible para el fútbol de nuestro pueblo.
Una vida entregada al deporte
Esteban lleva toda una vida ligado al deporte. Durante años, fue portero de fútbol sala, donde no solo mostró sus habilidades bajo los palos, sino también su compromiso y amor por el deporte. Ahora, desde su posición en el fútbol, se desvive para que todo esté en orden dentro y fuera del vestuario, ocupándose de tareas que a menudo pasan desapercibidas, pero que son fundamentales para el buen funcionamiento de un equipo.
Esteban realiza su trabajo con la dedicación de quien entiende que el éxito de un equipo no solo se mide en goles o victorias, sino también en el esfuerzo colectivo y el cuidado por los detalles.
En palabras de quienes han trabajado con él, Esteban es «imprescindible» o que gran fichaje ha sido Esteban como bien opina Domingo Alumbreros para la UD Socuéllamos. Su presencia en el vestuario va más allá de sus tareas habituales. Es un referente, alguien que siempre está dispuesto a ayudar, a escuchar y a brindar ánimo cuando más se necesita. Es el tipo de persona que crea lazos, fomenta el compañerismo y construye la base sobre la que se sostienen los equipos.
Su contribución al deporte local no se limita a sus labores actuales. Esteban también fue parte del cuerpo técnico del mítico equipo de juveniles «Flaco», un conjunto que marcó una época y dejó un legado inolvidable en la historia deportiva de nuestra localidad. Su trabajo en ese equipo se recuerda con cariño, siendo una muestra más de su pasión y profesionalismo.
Hoy queremos rendir homenaje a Esteban, a su dedicación y a su labor incansable. Porque en cada equipo, en cada competición y en cada logro, hay personas como Esteban, que hacen posible que el deporte siga vivo y sea una fuente de unión, esfuerzo y valores.

Este reconocimiento no solo es un agradecimiento, sino también una invitación a valorar a todas aquellas personas que, como Esteban, trabajan día a día, de manera silenciosa, para que nuestros deportistas puedan brillar.