Recién estrenada la primavera llega el turno de reconfigurar nuestros relojes y adaptarlos ya al denominado horario de verano. Como todos los años a finales del mes de marzo se implantará el ansiado cambio de hora que retrasa el anochecer, nos acerca un tiempo meteorológico que trae mejores temperaturas y alarga el día, llegará la madrugada de sábado al domingo del último fin de semana. Por consiguiente, tendremos una hora menos para dormir, o para estar de fiesta, y durará 23 horas en lugar de 24 horas.
Cuando el reloj marque las 2, lo adelantamos a las 3.