Hoy vamos a hablar de historia. En este caso de nuestra Iglesia de la Asunción, testigo de los aconteceres de nuestra localidad desde el siglo XVI.
A principios de siglo XX, nuestro templo vivió un momento crítico. En 1903 ardió la torre de la iglesia. Pero más allá de eso, también fue la dificultad de poder restaurar la torre, con casi dos años sin cubierta, lo que, por inclemencias meteorológicas, añadía un riesgo importante para todo el edificio.


Una fotografía de Casiano Sánchez Alarcón, en el perfil de Fotografías Antiguas de Socuéllamos donde podíamos ver la iglesia de la Asunción sin torre, hizo que profundizara en ese hecho, principalmente debido a la curiosidad de poder tener en nuestras manos una imagen de la iglesia en ese estado.
El problema de falta de liquidez de nuestro Ayuntamiento provocó que la reparación se fuera retrasando pese a los esfuerzos del alcalde, Antonio Arias Carrasco junto a su corporación de poder conseguir el dinero necesario. En varios plenos del Ayuntamiento se abordó el arreglo de la torre sin éxito. Ya en noviembre de 1903 se hacía un llamamiento a las distintas administraciones para poder conseguir el dinero necesario pero sin éxito:
«Es necesario abordar la situación de la torre de la iglesia debido al serio peligro de derrumbe que pueda sufrir a fin de evitar daños a las edificaciones colindantes o los transeúntes que tan a menudo pasan por allí.»


Ya en marzo de 1904, el alcalde Antonio Arias Carrasco, visto el peligro de derrumbe de toda la techumbre de toda la iglesia debido a filtraciones de agua que provocaba la podredumbre de las maderas de la cubierta, y tras avisar al obispado promovió junto al juez municipal y el párroco, don Pablo Bustos, una colecta entre los vecinos de Socuéllamos, alcanzando solo 750 pesetas, insuficientes ya que la reparación, tras el presupuesto de varios maestros albañiles de la localidad ascendía a 8.000 pesetas.
Tras la solicitud de nuevo de apoyo al obispo y a Gobernación Civil de Ciudad Real, se pudo salvar la iglesia, en serio riesgo por el motivo expresado con anterioridad, aunque solo se pudo colocar el tejado, disminuyendo la altura de la torre, siendo más «chata» como obser
Fuentes Fotografía de Antonio Arias Carrasco: Isabel Romero Arias. Fotografía de la iglesia sin torre: Archivo Casiano Sánchez. Archivo Histórico Socuéllamos. Libro de actas número 98. Archivo Histórico Socuéllamos. Libro de actas número 99.