Durante las décadas de los años 70, 80 y 90, el autobús de línea —entonces conocido como coche de línea— desempeñó un papel importante en la vida cotidiana de muchos vecinos de Socuéllamos. En una época en la que disponer de vehículo propio no era lo habitual, este servicio fue esencial para cubrir necesidades básicas de movilidad.
Los trayectos a Alcázar de San Juan, por ejemplo, eran frecuentes para acudir a consultas médicas, revisiones de embarazo o visitas hospitalarias. El autobús facilitaba también el contacto con familiares, gestiones administrativas o simplemente el acceso a otros entornos laborales o comerciales.
Uno de los nombres más recordados de aquella etapa es el de Antonio Arenas, conductor habitual de la línea durante varios años. Su presencia al frente del volante se convirtió en algo familiar para muchos usuarios. Cercano en el trato, su figura está ligada al día a día de varias generaciones de socuellaminos que viajaron con él durante aquel tiempo.
Aunque con el paso de los años el servicio fue evolucionando y las necesidades de transporte cambiaron, el recuerdo de aquellos viajes y de quienes los hicieron posibles sigue presente en la memoria local.
Antonio Arenas es también padre de la actual alcaldesa de Socuéllamos, Conchi Arenas, un dato que añade continuidad entre distintas formas de servicio público en la historia reciente del municipio.










