Mañana, 7 de enero, se cumplen cuatro años de la histórica borrasca Filomena, un temporal que dejó su huella en gran parte de la península ibérica con intensas nevadas y temperaturas gélidas. En Socuéllamos, aunque no se vivieron las escenas de caos que afectaron gravemente a ciudades como Madrid o Toledo, se registró la mayor nevada en décadas, acumulando más de 10 centímetros de nieve en la localidad.

El impacto en Socuéllamos
Durante dos días consecutivos, el temporal cubrió Socuéllamos de un manto blanco, transformando sus calles y paisajes en postales invernales. La nieve, que rara vez se presenta en cantidades significativas en esta zona, paralizó la actividad cotidiana y obligó a los vecinos a adaptarse a unas condiciones poco habituales.
A diferencia de otros sitios, las principales vías fueron transitables tras el esfuerzo de los equipos de limpieza. Los accesos a servicios básicos apenas se vieron afectados, y la población respondió con solidaridad, ayudando a despejar calles y entradas de viviendas.
Si bien Socuéllamos vivió un evento excepcional, las consecuencias no fueron tan severas como en otras regiones. Ciudades como Madrid quedaron completamente paralizadas, con carreteras bloqueadas, servicios de transporte suspendidos y familias atrapadas en sus hogares durante días. En Toledo y otras zonas del centro, los efectos de Filomena se sintieron con mayor intensidad, provocando cortes de suministro eléctrico y graves daños en infraestructuras.
En Socuéllamos, aunque se registraron caídas de ramas y algunos problemas de acceso a las zonas rurales, no hubo incidentes graves que lamentar. La población supo hacer frente a las bajas temperaturas, que se mantuvieron por debajo de los 0°C durante varios días consecutivos.

Filomena no solo trajo nieve y frío, sino que también dejó imágenes imborrables y un recuerdo colectivo de unión y superación. Los niños aprovecharon la ocasión para jugar y construir muñecos de nieve, mientras que las redes sociales se llenaron de fotografías de la localidad bajo el manto blanco, que difícilmente se repetirá en años.
A nivel nacional, Filomena se convirtió en uno de los temporales más devastadores de las últimas décadas, con un impacto estimado de millones de euros en daños y una respuesta masiva de los servicios de emergencia.
Cuatro años después: un recordatorio
Con el paso de los años, Filomena se ha convertido en un recordatorio de lo impredecible que puede ser la naturaleza. En Socuéllamos, este aniversario se recuerda como un evento excepcional, que, a pesar de las dificultades, también trajo momentos de belleza y solidaridad entre los vecinos.
Hoy, en el cuarto aniversario de aquella histórica nevada, Socuéllamos mira hacia adelante con gratitud por haber superado el reto, y al mismo tiempo, con la nostalgia de aquellas jornadas en las que el pueblo entero quedó bajo el encanto de la nieve.