na imagen vale más que mil palabras. Pero cuando esa imagen es una fotografía capturada hace más de 120 años, se convierte en algo más: un testimonio histórico de valor incalculable. Tal es el caso de la postal número 2 de la colección “Socuéllamos 1903”, realizada por el fotógrafo Jean Laurent, que retrata la antigua Plaza del Pradillo —actual Plaza de la Constitución— en un tiempo en que aún se hallaba prácticamente a las afueras del núcleo urbano, conectada por el entonces despoblado Paseo de Cervantes con la estación de tren, hoy reconvertida en el Museo Torre del Vino.

Este retrato visual no es solo una estampa costumbrista: es una puerta abierta a la vida cotidiana del Socuéllamos de principios del siglo XX, una imagen que nos permite asomarnos a un día cualquiera en la vida del pueblo.

Una escena de mercado en el corazón rural de La Mancha

La postal, difundida por el mundo por el médico y divulgador Francisco Martínez y González, ha llegado hasta nuestros días gracias al esfuerzo y dedicación de la Asociación de Historia de la Villa de Socuéllamos, con el apoyo de voces expertas como Remedios San Andrés Alarcón y Luis Alfonso Montero Cano. Hoy, esta imagen se resignifica como parte imprescindible del patrimonio cultural y gráfico de la localidad.

Lo que muestra es una escena viva y animada: un mercado local, con hombres, mujeres y niños reunidos en torno a puestos improvisados. Se vendían productos frescos de la huerta, huevos, aves, utensilios domésticos, granos o tejidos. Más que una actividad económica, era un momento de encuentro social, un reflejo del tejido humano del pueblo.

Las carretas de madera, algunas cubiertas con lonas, los árboles que brindaban sombra y la disposición de los comerciantes configuran una escena profundamente evocadora. En el fondo de la imagen se alza el antiguo convento de Santo Domingo con su pórtico, de muros encalados y arquitectura austera, que ya entonces había perdido su función religiosa. En la actualidad, aunque en pie, muestra signos evidentes de deterioro. Al fondo, la acequia flanqueada por álamos señala la transición entre el mundo urbano y el agrícola tan presente en esos años.

Postales como red social y archivo colectivo

En el tránsito entre los siglos XIX y XX, las tarjetas postales ilustradas como esta no solo eran objetos decorativos: se convirtieron en medios de comunicación masiva. Millones de ellas se imprimían y se intercambiaban entre coleccionistas, en lo que puede considerarse la primera red social visual del mundo. Antes de la llegada de la imagen digital, estas postales permitían compartir costumbres, paisajes y momentos cotidianos entre ciudades y países enteros.

La colección “Socuéllamos 1903” es, por tanto, mucho más que un archivo local: es una ventana abierta al pasado, una muestra del modo de vida de una época y una herramienta imprescindible para entender el desarrollo social, económico y urbano de nuestro municipio.

Del papel al cine: un legado que inspira

Estas postales ilustradas no solo fueron pioneras en la documentación gráfica del entorno. Inspiraron también los inicios del cine, que emergía en paralelo a estas formas de narración visual. Su estructura compositiva, la forma de contar historias a través de la imagen fija, sirvió de modelo para los primeros pasos del séptimo arte tras su invención en 1895.

Su valor documental, estético y etnográfico es incuestionable. Y su importancia sigue creciendo con el paso del tiempo.

Patrimonio vivo y compartido

Gracias al trabajo de divulgación llevado a cabo por la Asociación de Historia de la Villa de Socuéllamos hace unos años, estas imágenes históricas no solo se preservan: nos permiten mirar atrás y entender nuestras raíces y reforzar la identidad cultural del pueblo. Y tal vez, dentro de esa imagen, pueda haber algún familiar.

La postal de la Plaza del Pradillo en 1903 es un puente entre generaciones, una herramienta educativa y cultural que conecta el ayer con el hoy. En un mundo donde todo cambia a gran velocidad, estas imágenes nos recuerdan quiénes fuimos y nos ayudan a comprender quiénes somos.