Socuéllamos vivió este sábado la vuelta de la Gran Becerrada Local, que no se celebraba desde 2009 y que regresó con motivo de las Fiestas en honor a la Virgen de Loreto, dentro de la programación de Manchavino 2025.
El festejo, celebrado en la Plaza de Toros Lorenzo Manuel Villalta, congregó a un público entregado que respondió a la cita con un ambiente festivo y casi media entrada en los tendidos.
Los protagonistas fueron los vecinos que, agrupados en cuadrillas, asumieron el papel de improvisados toreros.
La primera faena corrió a cargo de Finito del Rivera, acompañado de Los Riverenos. Se encontró con posiblemente la mejor vaca de la tarde, lo que le permitió lucirse y dejar momentos destacados, en los que sobresalieron varios pases de calidad de Pipo Romero, muy aplaudidos por los asistentes.
En segundo lugar, Morante del Dulce, con Los Dulcinos, protagonizó la actuación más entretenida de la tarde. Con un animal colaborador, el improvisado torero consiguió conectar con el público, llegando incluso a dar la sensación de haberse hecho amigo del becerro, al que solo le faltó darle un abrazo, completando una faena simpática y bien llevada.
El tercero en saltar al ruedo fue Fede “Juan de Mata”, junto a Los Rebuscados. A pesar de su entrega y sus intentos por sacar partido, el animal resultó anodino y apenas permitió unos pocos pases con cierta brillantez.
Finalmente, Mosky, con Los Moments, cerró el turno de faenas. Ante un becerro que mostró escaso recorrido y nulas ganas de embestir, apenas pudo hilvanar algunos pases. La anécdota llegó con un pequeño traspié sin consecuencias, que quedó solo en un susto, antes de terminar su breve intervención.
Para cerrar el espectáculo, se soltaron varias vaquillas al ruedo, invitando a los más valientes del público a animarse y dar unos pases, lo que contribuyó a dejar un ambiente festivo y distendido en la plaza.
Uno de los elementos más llamativos de la becerrada fue la participación de picadores sobre caballos simulados, diseñados con estructuras metálicas recubiertas de espuma, que permitieron mantener el espíritu del espectáculo sin ocasionar daño a los animales.
La cita estuvo organizada por la Concejalía de Desarrollo Económico, en colaboración con la Asociación Taurina de Socuéllamos y la empresa BullStar, y contó con la llegada de cuatro reses desde Madrid en la misma mañana del festejo.
Tras dieciséis años de ausencia, la becerrada volvió a Socuéllamos en un formato renovado, con buena acogida y sin incidentes, convirtiéndose en una de las novedades más comentadas de la programación de Manchavino 2025.























































































































































































