En la madrugada de hoy, José Manuel Padilla y su hermano Alfonso Padilla han dado comienzo a la vendimia en su explotación agrícola con la recogida de la variedad Chardonnay, una de las uvas blancas más reconocidas a nivel internacional.
Los trabajos se iniciaron a las 6:00 horas y, gracias al empleo de vendimiadoras mecánicas, la jornada concluyó en apenas dos horas, finalizando sobre las 8:00 de la mañana. La mecanización permite optimizar tiempos y reducir la exposición de la uva a las altas temperaturas, un factor clave para preservar la calidad del fruto en estos días de calor intenso.
La variedad Chardonnay se caracteriza por su versatilidad en la elaboración de vinos blancos secos, espumosos y algunos vinos de postre. Originaria de la región francesa de Borgoña, ha encontrado en las tierras de La Mancha un entorno propicio para su cultivo, ofreciendo mostos aromáticos, equilibrados y de notable frescura. Se trata de una uva de piel fina y maduración temprana, lo que explica que su vendimia se realice antes que otras variedades.
En Socuéllamos, la recogida de Chardonnay suele llevarse a cabo por la noche o en las primeras horas del día, con el objetivo de evitar la oxidación prematura y preservar los aromas primarios. En el caso de los hermanos Padilla, esta parcela es la única que poseen de esta variedad, mientras que la recolección de Pedro Ximénez está prevista para la próxima semana y la de Airén, variedad emblemática de la zona, se realizará más adelante.
Los viñedos de la familia Padilla reflejan una tradición vitivinícola compartida: el Chardonnay y el Pedro Ximénez son propiedad de los dos hermanos, mientras que el Airén lo comparten con sus padres, continuando así el legado familiar en el cultivo de la vid.
Con este primer corte de racimos, Socuéllamos inicia de forma oficial una nueva campaña de vendimia, marcada por la combinación de experiencia, modernización y respeto por las variedades que dan identidad a la comarca.










