A primera hora de la mañana del 11 de marzo de 2004 cuatro trenes explotaron en diferentes puntos de Madrid cuando trasladaban a centenares de personas hacia el centro de la ciudad en plena hora punta.
Las imágenes de los trenes y de los servicios de emergencia afanándose en atender a la multitud de heridos conmocionó a España entera y todavía hoy forman parte de la memoria colectiva de los españoles.
Las bombas, colocadas por un grupo de yihadistas inspirados en los mensajes de al Qaeda, la organización liderada por Osama Bin Laden, causaron 191 muertos y cerca de 2.000 heridos.
Algunos de los responsables de los atentados se inmolaron semanas después en un piso de la periferia de Madrid cuando estaban rodeados por la Policía.
El 11-M, como pasó a la posteridad, fue el atentado más sangriento en territorio europeo en lo que va de siglo, un recuerdo doloroso del que ahora se cumplen 20 años.
Desde una perspectiva española, los ataques pusieron sobre la mesa la realidad de una amenaza terrorista que hasta ese momento había pasado desapercibida para la opinión pública.
En años anteriores ya se habían desarticulado algunas células yihadistas, como la vinculada al Grupo Islámico Armado desmantelada en la Comunidad Valenciana en 1997,o el grupo que cayó en la llamada Operación Dátil de 2001, por lo que ya teníamos indicios de la presencia de yihadistas en España, pero sin duda fue el 11-M el que puso de manera muy abrupta esta realidad sobre la mesa.
En España, en aquellos años sufríamos el terrorismo de ETA (Grupo armado nacionalista que buscaba la independencia del País Vasco por medios violentos). ETA llevaba ya décadas operando en nuestro país y todo el sistema antiterrorista se había desarrollado para darle respuesta a ese tipo de terrorismo, que no tenía nada que ver con la naturaleza de la amenaza yihadista.
Por su magnitud y brutalidad, los atentados del 11-M obligaron a reorientar toda esa maquinaria para hacer frente a una nueva amenaza que ahora se había revelado para toda la sociedad española. Desde entonces el terrorismo yihadista ha sido la principal amenaza para nuestro país.
¿Y por qué se eligió atentar en España? ¿Qué papel jugaba en todo esto?
Sobre esto hay muchas teorías. En realidad, según han mostrado investigaciones académicas, los planes de atentar en España surgen del marroquí Amer Azizi, un individuo que quiere vengarse la intensa actividad contraterrorista que se había desarrollado en España y el desmantelamiento de la que había sido su célula.
Al Qaeda estaba en ese proceso de descentralización y asume el plan de Azizi y fue él quién transmitió sus instrucciones al grupo que llevó a cabo los atentados de Madrid.
Vaya este articulo, como homenaje a los fallecidos por este atentado del que hoy se cumplen 20 años.