Buenas, estamos con Jesús Daniel Mateo Cubo, concejal del Partido Socialista.
En primer lugar, una valoración sobre estos 17 meses de legislatura del Gobierno del Partido Popular y Vox.

Jesús Daniel Mateo Cubo: El balance es algo muy claro y está a la vista de todos; todos los vecinos pueden verlo. Más que un equipo de gobierno, es un grupo de personas trabajando cada uno por su lado. Ni siquiera estoy hablando de que existan dos grupos políticos, sino de que cada concejal trabaja en una dirección diferente.

Esto se refleja en el deterioro de infraestructuras, parques municipales y en la degradación de ciertas fiestas. Vemos cómo las cosas van cada vez a peor, con un gasto de dinero importante, sin mirar por el ahorro o la buena gestión. Además, este es un gobierno cuya única propuesta parece ser subir masivamente los impuestos a los vecinos y vecinas de Socuéllamos, ofreciendo a cambio peores servicios.

Estamos viendo cómo suben los impuestos y los precios públicos de los cursos de las piscinas y de las entradas. Y a cambio de pagar más, los vecinos reciben servicios peores: la piscina se abre un mes y medio más tarde, los cursos ni siquiera se han puesto en marcha y, a pesar de pagar más, el servicio es peor. Otro ejemplo, como mencionábamos hace tres o cuatro semanas, es la subida de impuestos en materia de educación y conciliación familiar, que es una barbaridad. Han subido todos los precios.

Han aumentado las tarifas de las aulas matinales, de la ludoteca infantil, de la escuela infantil y de la matrícula. Los cálculos están claros: la subida para una familia con dos niños supone más de 1.400 euros. No sé cómo funcionan las familias de Socuéllamos, pero en mi casa, eso representa el salario de un mes solo para cubrir las subidas en materia de conciliación familiar durante un año.

Es decir, se trabaja un mes solo para pagar las subidas del gobierno de PP y Vox. Y la contraprestación es que los servicios son peores. A esto se suma la subida de la tasa de basura, del IBI, del agua, del precio de las catas de vino, —porque en una casa a veces apetece ir a tomar un vino a la Torre del Vino—, de la piscina climatizada y de la piscina de verano, de las pistas multideportivas y de las instalaciones deportivas. Este gobierno ha venido a hacerle la vida imposible a las familias de Socuéllamos y, además, a dar un servicio peor que el que se estaba dando anteriormente.

SAD: Hablando de la subida de tasas, ¿a qué se deben estos aumentos? ¿Era insostenible la gestión anterior?

JDM: No había ningún tipo de desfase; mantener un ayuntamiento es como gestionar una casa. Si tienes un sueldo de mil euros, tú decides en qué invertir: cuánto destinar a la hipoteca, cuánto a la comida, cuánto a la ropa, cuánto a las vacaciones, y así lo vas moviendo. El ayuntamiento era sostenible, y eso se refleja en las liquidaciones de cuentas anuales, que mostraban un remanente de crédito muy amplio.

Todos los años han cerrado con superávit. Después de ese primer año en el que encontramos el ayuntamiento en muy mal estado, todos los años las cuentas se han liquidado con un superávit significativo. Y los informes técnicos no mienten en ese sentido, ya que son elaborados por los técnicos, no por los políticos.

Por lo tanto, hay sostenibilidad. ¿Cuál es el problema? Que ellos, en lugar de destinar fondos a servicios útiles para los vecinos, como hacer gratuitos el servicio de ludoteca o el aula matinal, deciden destinar ese dinero a cosas que, en mi opinión, son menos provechosas y benefician menos a los vecinos de Socuéllamos. Además, están subiendo tasas para servicios que, en muchos casos, ya están subvencionados.

Por ejemplo, el Plan Corresponsables cuenta con una subvención de cerca de 50.000 euros del Gobierno de España. Esa misma subvención la gestionaba el anterior equipo de gobierno y permitía ofrecer tres servicios gratuitos a los vecinos. Ahora, eso ya no es así. Si los costes no han subido, si muchos de ellos son contratos que no se pueden ampliar, entonces, ¿por qué han subido los precios?

El problema es que necesitan recaudar. Es muy fácil decir que otras administraciones públicas deberían poner dinero, pero otras administraciones ya lo están haciendo. En este caso, para conciliación familiar, el Gobierno de España ya está poniendo dinero. ¿Cuánto pone el ayuntamiento? Cero. Ahí es donde está el verdadero problema.

SAD: Bueno, en el último pleno del mes de septiembre, usted tuvo una agria polémica con la Concejalía de Bienestar Social y con la Concejalía de Igualdad y Hacienda en relación al tema de la vivienda. Quisiera retomar el tema a raíz de una entrevista que realizamos la semana pasada. Se le ha cuestionado por haber trabajado para una asociación subvencionada por el Ayuntamiento, y supuestamente, esto fue calificado por algunos como inmoral.

JDM: Para empezar, lo que ella ha hecho en este caso es algo inmoral. Además, tenemos ciertas convicciones y certezas, basadas en conversaciones con nuestros abogados, de que también es ilegal. Por lo tanto, estamos trabajando en llevarlo a donde corresponda para que se decida si, además de inmoral, es ilegal.

Cuando hablo de inmoralidad, es muy sencillo. Imaginen que, cuando yo era concejal de Juventud, o si el actual concejal de Juventud, encontrara cierto deterioro en el centro joven, en lugar de arreglarlo, que es su obligación, decide ponerlo a la venta y comprárselo él mismo. La concejala de Vivienda, encargada de proporcionar vivienda a las familias más desfavorecidas, tiene varias viviendas en mal estado que deberían arreglarse, pero, en lugar de arreglarlas, declara que están para tirar. Sin embargo, no es así; cualquier persona que entienda un poco sabe que, invirtiendo algo de dinero, se quedan como nuevas.

Es triste que, en lugar de acogerse a la subvención o bolsa que sacó la Junta para que los ayuntamientos pudieran reparar esas viviendas, esta concejala no se acoja a la subvención ni invierta un solo euro del presupuesto municipal para mejorar esas viviendas. No lucha por dar un buen servicio ni por explotar su concejalía para mejorar el servicio que se daba anteriormente. Lo que hace es aprobar un pliego de condiciones con su voto, para luego participar en esa puja y llevarse la vivienda por 15 euros. Es algo altamente sospechoso, pues esa casa tiene una tasación muchísimo mayor que cuadruplica el importe por el que ha pujado. Si realmente está en ruinas, ¿por qué la compra?

Luego, se dice que se arrepiente de haberla comprado y que ya no puede echarse atrás. Sin embargo, la adjudicación estipula que tienes un mes para realizar la compra, por lo que si realmente no le interesaba, podría haber desistido. Todo esto, que es inmoral e ilegal, ha salido a la luz debido a la gran crítica por parte de la oposición, que ha llegado incluso a medios nacionales.

En vez de pedir disculpas, han decidido «encender el ventilador» para que esto salpique y me ataquen a mí. Me parece sorprendente que digan que trabajé para una asociación local durante unos meses y que, aunque ya no lo hago, lo consideren inmoral. Nosotros, los concejales, tenemos derecho a trabajar donde queramos. De hecho, en su equipo de gobierno tienen un concejal que también recibe una subvención y trabaja para una asociación local, el concejal de Deportes. Y yo no lo critico, porque es totalmente lícito.

Estaría bien que un concejal, con su titulación, pueda trabajar para una empresa del pueblo o donde le dé la gana, y que esa empresa pueda firmar convenios o recibir subvenciones como cualquier otra. Sí, trabajé tres o cuatro meses como terapeuta ocupacional en una asociación que tiene un convenio, al igual que el concejal de Deportes. Entonces, si esto es inmoral, ¿por qué lo apoyan ellos?

Aclaro que no estoy criticando al concejal de Deportes. Él tiene que trabajar, igual que cualquiera de nosotros. Pero si vamos a hablar de inmoralidad, lo que realmente me parece inmoral es licitar un servicio municipal para que lo explote una empresa y meter a familiares de forma privilegiada. En el equipo de gobierno actual, hay dos familiares que están trabajando bajo esas condiciones, y uno de ellos completamente vinculado a Vox. Eso sí es inmoral.

También es inmoral meter a dedo a un familiar directo, como un hermano, y que además un familiar compre un medio de comunicación y reciba una subvención pública.

En cuanto a mí, sí, he trabajado y voy a seguir trabajando. Ahora mismo estoy trabajando para dos empresas fuera de mi pueblo como terapeuta ocupacional, y estoy muy orgulloso del trabajo que hice durante esos meses para esa asociación. Lo que realmente me molesta es que, al tratar de justificar sus actos inmorales, involucren a las asociaciones.

Las asociaciones realizan un trabajo encomiable y deberían quedar fuera de los debates políticos. Es muy triste que, si una asociación se dedica a ayudar a personas con diversidad funcional o discapacidad, la concejala que trata estos temas la meta en un berenjenal político. No debe ser nada agradable. Los concejales tienen derecho a trabajar fuera del Ayuntamiento, ya que el trabajo que hacemos dentro, en muchos casos, es prácticamente gratuito. También tenemos derecho a trabajar fuera, siempre que se haga de forma legal y moral.

SAD: También en el pleno anterior, usted preguntó sobre la piscina climatizada. La pasada semana abrió solo para nado libre y no para cursos. ¿Qué opina de este retraso?

JDM: Como concejal del Grupo Municipal Socialista, lo que nos hace ver es que ya se les ha acabado la herencia recibida. Han estado muy cómodos durante 6-7 meses viviendo de los proyectos del Partido Socialista, y ahora que les toca dar la talla, se ven las carencias en la gestión y la desorganización.

Es una licitación muy grande, de más de un millón de euros, para cuatro años. No es solo el millón que tiene que aportar la empresa, sino que según el pliego de condiciones, se requiere un aval de un millón de euros. Por lo tanto, son adjudicaciones complejas, costosas y trabajosas, que suelen durar varios meses y a menudo quedan desiertas. Si sabes que el contrato se acaba en marzo, entonces en enero deberían haber empezado a trabajar y licitar.

Tuvieron la suerte de que, debido al COVID, pudieron prorrogar el contrato un par de meses para terminar la temporada. Si el proyecto se hubiera lanzado en marzo, habría tiempo de sobra para resolver cualquier problema antes de la temporada. Pero no, se licitó en julio. Una licitación que debería durar unos 3 o 4 meses se lanzó en julio, y como era de esperar, el proceso se ha estancado y el contrato de la piscina ha quedado desierto.

Además, el concejal mencionó en pleno que deberán modificar el pliego de condiciones para corregir ciertos errores y evitar que esto se repita. Por lo tanto, aprobaron un pliego con errores, lo que impide que empresas más pequeñas puedan presentarse, ya que es casi imposible encontrar en la comarca empresas que puedan aportar un aval de un millón de euros. Esto lleva a que grandes macroempresas, con licitaciones en 40 municipios del país, exploten estos contratos, y el servicio que ofrecen deja mucho que desear. Este tipo de contratos te los encuentras heredados durante muchos años y debes trabajar con empresas que ofrecen un servicio que puede no gustarte, pero con el que tienes que lidiar.

Ahora, lo han resuelto abriendo solo para nado libre y gimnasio. Dentro de lo malo, no me parece mal que, al menos, los vecinos puedan nadar. Pero, ¿qué pasa con los cursos y los talleres? Según el concejal, en noviembre deberían estar listos, pero en julio decía que en septiembre estarían abiertos.

¿Este proceso va a tardar menos? Ojalá en noviembre estén los cursos y la piscina adjudicada, con las empresas habiendo presentado toda la documentación, y ojalá esté funcionando. Pero temo que no será así. Se han aprobado subidas de tasas para la piscina, los cursos y talleres, y los vecinos están pagando más para ir a hacer su curso en diciembre, con suerte.

Creo que deben replantearse su trabajo y aprender, porque ya es la tercera vez que les pasa. Tienen el bar del Centro de Mayores cerrado por el mismo problema, con varias licitaciones fallidas, y lo vimos con el servicio de televisión, donde me parece bien que lo haya tomado una empresa, ya que es más cómodo para el Ayuntamiento.

Sin embargo, cuánto se retrasó ese contrato. Tuvieron que hacer contrataciones adicionales durante meses. Total, trabajan sin previsión, van improvisando, gestionando el día a día, y para gestionar un Ayuntamiento, no se puede trabajar al día. Es necesario prever y tener un proyecto claro, y saber cuándo se debe ejecutar cada cosa.

SAD: Sobre la escuela infantil «Arco Iris, recientemente reformada, ¿qué valoración tiene?

JDM: Vamos a ver, la escuela infantil ha quedado de maravilla. Fue un proyecto del Partido Socialista en el cual se trabajó con previsión. Teníamos preparados varios proyectos en la recámara, pendientes de que en cualquier momento que surgiera alguna subvención, pudiéramos ejecutarlos.

Así fue: surgió la subvención, el proyecto encajaba, y seguimos adelante. La subvención era de cerca de 400.000 euros, entre 392.000 y 395.000; no sé el importe exacto. De ese total, el 70% se destinó a la obra y el resto al pago de personal. Por cierto, en algún pleno o rueda de prensa han comentado que dejé un «marrón» porque tuvieron que poner 40.000 euros de fondos propios, cuando no estaba previsto.

No, sí, lo tienen que poner de fondos propios, pero van a tener ese mismo dinero para pagar los sueldos de los profesionales, por lo tanto, el coste ha sido cero para el Ayuntamiento, a menos que hayan hecho alguna modificación posterior al proyecto. Como cuando alguien hace una casa: si tiene previsto gastar 10.000 euros, al final puede acabar gastando 12.000, pero esos son costes habituales.

En cuanto a la escuela, las instalaciones son inmejorables. Primero, han permitido legalizar las plazas existentes, porque aunque se presupone que había 75 plazas, no cumplían con el espacio o las aulas necesarias para alojar a ese número de niños según las ratios legales. Además, se ha aumentado la capacidad a 103 o 104 plazas, añadiendo tres aulas nuevas. El edificio ahora cuenta con suelo radiante y refrigeración, así que los niños estarán estupendos.

Además de esta subvención de 400.000 euros, se ha realizado otro proyecto de más de un millón de euros para el cambio de ventanas y envolventes en todos los centros escolares, financiado con fondos europeos. Así, fuera de los 400.000 euros, hay que sumarle otros 50.000 para el cambio de ventanas, por lo que el proyecto ha sido de más de 450.000 euros en total. Las puertas ahora cuentan con un sistema para evitar que los niños se pillen los dedos, las aulas son más amplias y se pueden implementar nuevos servicios, como el aula de bebés y un comedor escolar dentro de la escuela infantil.

Lo único que me da pena de todo esto es que tenemos una escuela infantil que es la envidia de la comarca. Nos lo dijeron en la Junta cuando presentamos el proyecto, calificándola como una de las mejores escuelas infantiles de la zona. Sin embargo, el objetivo de la subvención de los fondos europeos era que España —el país con menos niños matriculados en el primer nivel de educación infantil, de uno y dos años— aumentara el índice de escolarización, estableciendo poco a poco servicios gratuitos para facilitar que las familias matriculen a sus hijos.

El actual equipo de gobierno ha utilizado este proyecto para subir las tasas, haciendo todo lo contrario de lo que se pretendía con la subvención. Pasamos de pagar una mensualidad de 60 euros a 85, que son solo 5 euros menos que una escuela privada en la localidad. También subieron la matrícula; aunque no ha sido mucho, son otros 2 euros más. La ludoteca pasa de ser gratuita a costar 55 euros. Es una pena, porque tenemos instalaciones inmejorables con una subvención que buscaba que cada vez se matriculen más niños y el coste fuera mínimo o nulo. En cambio, lo han utilizado para cargar y gravar el bolsillo de los vecinos, y realmente es una pena.